Ayer tuve la oportunidad gracias a mi amigo Javi y su velerillo -que no recuerdo como lo llama porque siempre lo llamo "el txintxorrillo"- de pasar la tarde navegando por el Abra. Coincidió el campeonato de Euskadi de Traineras, que en mi vida lo había seguido pero me gustó estar tan cerca y seguirlo desde el propio barco.
Incluso hubo la emoción propia de dos principiantes a los que se les caló el motor varias veces y que incluso nos metimos en el campo de regatas ante la atenta mirada de la Ertzaintza.
Fue muy chulo oirlo por la radio y seguirlo desde el propio barco, los gritos, los ánimos, el ruido de los remos todos a la vez, la ziaboga...
La sensación de superioridad de KAIKU, que según los entendidos arrasó, era patente aún sin tener ni idea como yo. Aquí la crónica.
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